Simon Rosado, miembro histórico de las CC.OO. de Catalunya

Cuenta José Luís López-Bulla en su relato autobiográfico ‘Cuando hice las maletas’ que “su generación se acostumbró a ver las catedrales del trabajo; de aquel tipo de trabajo de entonces, se entiende”. Simòn Rosado (Hervás 1957) entró a trabajar en Derbi y a militar en Comisiones Obreras en 1974. Por entonces Ángel Nieto había convertido la ‘derbi paleta’ en la Antorcha pentacampeona del mundo; poderosa señal de que la industria catalana comenzaba a cambiar. Las viejas ‘catedrales del trabajo’ se volvían laicas a fuerza de capital foráneo y reconversiones; y a Simón Rosado, secretario de Acción Sindical y Política Sectorial de CC.OO de Catalunya, fallecido ayer en Barcelona a la edad de 53 años víctima de un infarto, le tocó vivir esa larga mutación para defender los intereses de los trabajadores.
Hay personalidades homéricas, cuyo valor social se forja en el esfuerzo cotidiano y se proyecta en toda su dimensión cuando, un tiempo después que comenzó a caminar, alguien mira hacia atrás y se da cuenta de todo lo que aquel dejó hecho. Es gente que cree que la realidad solo se transforma con esfuerzo y voluntad, algo que se aprendía en las naves de aquellas viejas ‘catedrales del trabajo. Simón Rosado fue de esos. Por ello no es de extrañar que la Consejera de Trabajo de la Generalitat, Mar Serna, haya calificado a Rosado como un pilar fundamental para la consolidación de unas relaciones laborales maduras, por su pragmatismo y manera moderna de entender el ejercicio del sindicalismo. Simon Rosado era miembro del Consell de Relacions Laborals de Catalunya, órgano creado por la Generalitat en 2007 para favorecer el diálogo social. Por la proyección de su personalidad y lo inesperado de su fallecimiento, la consternación en el sindicato es enorme.
De origen extremeño, como miles de catalanes, y crecido en la emigración, recién había entrado en Derbi y ya era miembro de la coordinadora del sindicato en el Vallès y de las Juventudes Comunistas de Catalunya (JCC), rama juvenil del histórico PSUC. En 1980, apenas un año después de dejar la presidencia del comité de empresa de la firma motociclista, Rosado pasó a ser secretario general de la Unión Local de CC.OO. de Mollet del Vallès y entre 1984 y 1988 secretario general de la Unión Comarcal de CC.OO. del Vallès Oriental. En 1989 entró a formar parte del comité central del PCE y del comité ejecutivo del PSUC y, posteriormente, fue secretario general de la Federación del metal y la minería de CC:OO. Además de secretario de Acción Sindical y Política Sectorial de CC.OO de Catalunya, de facto el número dos del sindicato, actualmente era miembro del Consell Nacional de Iniciativa per Catalunya Verds (ICV).
Y es que, como dice López-Bulla refiriéndose al escritor Valerià Pujol, otro de los miembros históricos de los primeros tiempos de la Comissió Obrera Nacional de Catalunya, (CONC), “emociones como las suyas nunca serán interinas. Todo lo demás está en constante remolino”.