26/7/12

Un llegat escàs

Afirma l’historiador Josep Maria Solé i Sabaté que, “La única revolució que ha triomfat per damunt de totes les ideologies és l’esport, que ha arribat a tothom”. Això ningú no ho dubta, però a Catalunya hem passat de fer la revolució l’any 1992 a ser contrarevolucionaris vint anys després, perdent oportunitats d’ubicar-nos històricament al món modern. Malgrat els auguris de la Càtedra Internacional sobre Olimpisme que la UAB i el CIO es van empescar l’any 95 “per investigar i divulgar els ideals del moviment olímpic”, i tot i obres imprescindibles com ‘Història il·lustrada de l’esport a Catalunya’, de Xavier Pujadas i Carles Santacana, la bibliografia sobre l’esport a Catalunya és misèrrima i, majoritàriament, centrada en el Barça i en títols mediàtics i terapèutics.
No obstant el pes de l’esport en la transformació de les societats modernes, la voluntat d’explicar la versió catalana dels fets és escassa. ‘Barcelona 1955, els Jocs Mediterranis’, de Juli Pernas; ‘100 anys d’esquí a Catalunya’, d’Antoni Real; ‘Los grandes premios internacionales de la Peña Rhin’, de Pablo Gimeno, ‘Història de l’excursionisme a Catalunya, de Francesc Roma; ‘Volta a Catalunya, un segle d’esport i país’ i el recentíssim i esperat retorn de Santacana i Pujadas amb ‘Història de l’atletisme a Catalunya‘, conformen una migrada llista de títols per un país que presumeix dels millors JJ OO de la història.
És per això que l’aparició de ‘Cultura ciclista’, una editorial dedicada a la publicació de llibres sobre aquest esport, ja siguin periodístics o històrics, és una bona manera de commemorar el vintè aniversari dels jocs. Ara que van maldades per tot, val la pena tornar a pensar en la única revolució possible.

24/7/12

Paco Morán, un actor nada extraño

Cuando en 1970 se instaló en Catalunya Francisco Morán (Almodóvar del Río 1930) era ya un actor consolidado. Había estudiado arte dramático en Córdoba y se había dado a conocer en le televisión ya desde los albores de TVE. Pero quizás fue también de los primeros en saber lo fugaz de la fama televisiva, y fue en Catalunya donde su talento interpretativo se consolidó entre el público teatral, hasta hacerse familiar para decenas de miles de espectadores junto a Joan Pera en ‘La extraña pareja’. Francisco Morán falleció ayer a los 81 años en la clínica del Pilar de Barcelona a causa de una insuficiencia pulmonar contra la que llevaba luchando dos años. Aquí es y será siempre Paco Morán.
El dúo Paco Morán y Joan Pera estuvo con ‘La extraña pareja’, de Neil Simon, cinco años consecutivos (1994-1999) en el escenario del Teatre Borràs de Barcelona, además de los bolos. Hay gente que fue a verlos dos, tres e incluso cinco veces. Como el público se sabía las partes más cómicas de la obra de memoria, ellos las alteraban e introducían apostillas que, a su vez, atraían a nuevos espectadores al teatro. El pez se mordía la cola para mayor gloria de los actores. La pareja dejó de ser extraña y Morán se convirtió en un personaje tremendamente popular en Catalunya.
Morán quiso ser actor desde jovencito. A los 17 años ingresó en el Conservatorio de Música y Declamación de Córdoba, donde estudió arte dramático. De sus años juveniles nació la creación, junto a otros compañeros, del Teatro Español Universitario, que acercó a numerosos autores de prestigio internacional al público. Tras hacer de locutor en Radio Córdoba se trasladó en 1957 a Madrid, donde pasó a formar parte del cuadro de actores de RNE y de TVE, medio en el que intervino en unos 2.500 programas ya desde sus inicios.
Unos años después de consolidar su prestigio como figura del escenario gracias a ‘El apagón’, de Peter Schaffer, (1968) Paco Morán se trasladó a Catalunya. Obtuvo sonoros éxitos con ‘Cada oveja con su pareja’ (1973),’Punto y coma’ (1987) y pero fue junto a Joan Pera, entonces un actor ya muy apreciado en Catalunya, cuando conoció el éxito popular. Tan grande fue el triunfo, que incluso se permitieron el lujo de batir el record Guineess de espectadores en una sola función de teatro de pago (13.-044) llevando ‘La extraña pareja’ al Palau Sant Jordi de Barcelona en su última función. Y con televisión en directo. El espectáculo posterior del dúo ya convertido en pareja de hecho, como solían bromear ambos, fue ‘La jaula de las locas’, donde además, curiosamente, interpretaban una pareja homosexual. Posteriormente estrenaron ¡Mamáaaa!, un espectáculo escrito especialmente pare ellos por Jordi Sánchez i Pep Anton Gómez.
En 2006 sufrió un grave accidente de circulación, después una caída con rotura de fémur, y una operación complicada con una importante infección. Todo ello lo tuvo en una grave situación de salud y, lógicamente, apartado de los escenarios durante dos largos años. Su último trabajo fue una adaptación de ’El enfermo imaginario’, de Molière, que le permitió celebrar sus bodas de oro con la profesión. Muestra del reconocimiento durante tantos años del público catalán, la Generalitat le concedió este año la Creu de Sant Jordi.

Esther Tusquets, editora y escritora

Sostiene Jorge Herralde que, de niña, Esther Tusqtets (Barcelona 1936) solo quería leer o escribir; luego, su dedicación al mundo editorial no fue tan azarosa como se ha dicho. Quería leer, quería escribir y su familia tenía posibilidades de ofrecerle ese futuro. Cuando su padre Magí compró Lumen, un pequeño sello editorial creado por familiares suyos en Burgos y dedicado libros religiosos, lo que hizo fue poner en manos de su hija Esther el instrumento necesario. La chica no tenía vocación de editora, pero aceptó y le gustó de inmediato. Al fin y al cabo, la raíz del trabajo de un editor es esa: leer y escribir. Pero los deseos vitales de aquella niña llegaron ayer al final del camino. A pesar de que le había dicho a su hermano, el arquitecto Óscar Tusquets, que quería morir en su casa de la calle Muntaner, Esther falleció ayer en el hospital Clínic de Barcelona por una pulmonía agravada por el parkinson que padecía desde hace unos años.
Quizás lo que no se imaginaba su padre cuando adquirió aquella editorial que instaló sus primeras oficinas en la biblioteca del propio domicilio familiar, era que su hija la convertiría en uno de los sellos progres de la transición, y referencia de la literatura femenina e infantil. Autores como Virginia Woolf, Margaret Atwood, Susan Sontag o Quino (Mafalda, el gran revulsivo económico del sello), forman parte del acerbo cultural de varias generaciones gracias a la osadía de Esther. Con estos autores, y otros como Umberto Eco, Beckett, Styron, Woolf, Joyce o Céline, Tusquets contribuyó a la universalidad del castellano al incorporar a esta lengua un catálogo canónico de obras internacionales. Lo mismo hizo con Femenino singular, la primera colección dedicada exclusivamente a la literatura de mujeres o con la colección de poesía, género reñido con el negocio. Pero no puedo evitar el encontronazo con su cuñada, Beatriz de Moura, y en 1969 esta y su marido Óscar crearon el sello Tusquets abandonando el barco familiar.
Pero Esther Tusquets no olvidó jamás su idea de leer y escribir. Con 40 años, reunió un día a sus amigos en casa y les presentó su primera novela, ‘El mismo mar de todos los veranos’ obra que, a pesar de que su autora decía que tenía un estilo latoso y complicado, tuvo un merecido éxito y anticipó una carrera literaria clave para entender el papel de la burguesía barcelonesa en el franquismo y la transición. Su literatura tiene en este título y ‘El amor es un juego solitario’ y ‘Varada tras el último naufragio’, con las que forma una trilogía, uno de los relatos más potentes, desde el punto de vista evocativo, para explicar la transformación de la sociedad catalana durante la segunda mitad del siglo XX. Si a ello le unimos sus libros autobiográficos como ‘Bingo!’ ‘Habíamos ganado la guerra’ o ‘Confesiones de una vieja dama indigna’, donde relata episodios íntimos de su vida con una sinceridad radical y sin ningún tipo de tabú, la literatura de Esther Tusquets se nos ofrece como la narración del testimonio de toda una vida que trascurre entre el fin de la guerra, la democracia y la modernidad, con especial énfasis en la revolución del papel social de la mujer. La memoria como instrumento de conocimiento.
Así, entre lectora, observadora y autora, Esther Tusquets consolidó un proyecto editorial basado en una personalidad y criterio acertados, pero cada día más alejado de los nuevos paradigmas de la industria cultural. Como con la globalización y la industria del entretenimiento el negocio editorial se había vuelto huraño para ella, tecnificado y más cercano al márquetin que a la literatura, y no encontraba a nadie que supiera llevarlo, en 1996 decidió venderlo a Bertelsmann. El primer título que editaron los nuevos propietarios fue Mujercitas. Sílvia Querini, la directora, recogía el testigo y, a pesar de la forma abrupta como Esther dejó el sello (según cuenta ella misma) la idiosincrasia del sello estaba garantizada.
En su último libro, ‘Tiempos que fueron’, escrito a cuatro manos junto a su hermano Óscar, no sólo descubrió cosas de su pasado que ni sospechaba, sino que le permitió saldar algunas cuentas con la memoria familiar. Una especie de pasar página, cerrar ventanas y dejar la casa en orden. Tenía sensación de final.

19/7/12

Dèieu no? Tres tasses

Mentre escrivia furiosos articles contra la colla de rojos del cinema i el teatre que s’oposaven a la participació d’Espanya a la guerra de l’Iraq, José Ignacio Wert ja maquinava la revenja; i el dia que el van nomenar ministre li van servir en safata aquell plat que es menja fred. La crisi era l’excusa perfecte, l’encesa animositat del PP envers els creadors culturals que no són de la seva corda, el subjecte que havia de presidir la seva política. Primer van ser les retallades medul·lars a totes les línies d’ajuda al cinema, ara l’augment de l’IVA a tots els espectacles, museus i continguts digitals fins el 21%. La revenja és a taula: dèieu no? doncs aquí en teniu tres tasses.
De rebot han matat el llibre digital en carregar-li el 21% d’IVA mentre els de paper segueixen amb l’IVA reduït per mor de la Unió Europea, no d’ells. Un dels problemes del llibre digital a Espanya és la poca diferència de preu amb el de paper, fet que no ajuda a fer-lo atractiu i a que aquest mercat tot just representi un 1% del total (el 25% als USA, el 10% ja a França). Amb la pujada incontrolada de l’IVA més val llençar els e-readers que us van regalar per Nadal. Amb aquest liberalisme ignorant, la cultura deixa de ser un valor de progrés i coneixement per passar a ser un simple mercadillo. I , qui no guanyi calés, que tanqui.
El que hauria de tancar, per cert, és el premi Crims de Tinta que convoca el Departament d’Interior de la Generalitat. Reduir la dotació de 20 a 4 mil euros i, amés, condicionar-lo a que hi hagi crèdit suficient en el moment de la concessió del Premi són ganes de fer el ridícul. A Interior ningú no els obliga a ajudar els creadors. Puig no és Wert; ara, Wert voldria tenir poli.

12/7/12

Viure en el temps

Viure és ser recordat. Els filòsofs grecs tenien raó: donat que la memòria ens ajuda a existir enllà del temps, és ella el sentit darrer de la vida. Els amics del poeta Salvador Iborra, assassinat el passat setembre a Barcelona, han publicat els treballs guanyadors del concurs de poesia on-line dedicat al desaparegut escriptor i mestre valencià. 
Els podeu llegir a: http://premisalvadoriborra.blogspot.pt/, i els podreu escoltar aquest dissabte a les 7 de la tarda a l’ateneu Francesc Layret de Barcelona (c/Villaroel, 49). D’altra banda, els amics de David Vilaseca, escriptor que va morir a Londres el febrer de 2010 atropellat per un camió quan circulava en bicicleta, han impulsat un parell d’interessants publicacions de textos de l’autor. Al número 96 de la revista Els Marges s'hi publiquen unes entrades de dietari dedicades a Gaziel, Sagarra i Puig i Ferreter, amb reflexions sobre l'autobiografisme. I a la revista El procés s’hi publiquen unes altres entrades dedicades a diferents ciutats (Buenos Aires, Cracòvia, Londres), amb un relat de l'últim Nadal londinenc del David. Unes lloables iniciatives en un temps què, de tant líquid, se’ns esta quedant memòria de peix. D’això se’n serveix el poder per fer de nosaltres vulgars titelles.
Qui si que és recordat pels companys de la Nau Ivanow és en Xavier Bassiana. No és que hagi traspassat, no. L’arquitecte i fotògraf, impulsor del projecte de fàbrica cultural a l’antiga nau de pintures ara fa 15 anys, deixa la direcció de la Fundació que impulsa el projecte per tornar-se a dedicar als seus oficis. Les idees i la feina d’en Bassiana és del més potent que s’ha fet des de la iniciativa personal a Barcelona en dècades. Que no s’oblidi.

9/7/12

Ramon Trías, ex presidente de los médicos de Barcelona

Ser un referente en el terreno profesional es difícilmente compatible con serlo en también las relaciones personales. El doctor Ramon Trias Rubiès, fallecido el jueves en Barcelona a la edad de 85 años, era uno de esos. Quizás fue ese encanto personal, a pesar de su aspecto serio, el rasgo que cautivó a sus colegas, porqué el doctor Trias fue elegido para presidir el Col·legi Oficial de Metges de Barcelona de forma ininterrumpida entre 1982 y 1994.
De familia de larga tradición médica, Ramon Trias obtuvo el título en 1962 y cuatro años después ya era cirujano del ayuntamiento de Barcelona. Especializado en cirugía digestiva, fue jefe del departamento de cirugía de hospital de Sant Pau además de miembro de diversas asociaciones médicas internacionales como la Royal Society of Medicine, Asociación Española de Cirujanos, Sociedad Española de Patología Digestiva y de la Nutrición, Associació de Cirurgia de Barcelona, Reial Acadèmia de Ciències Mèdiques de Catalunya i Balears, Societe Internationale de Chirurgie, Association Française de Chirurgie, Sociedad de Cirujanos de Chile o la Societat Catalana de Biologia. En el año 2000 recibió la Creu de Sant Jordi.
Sin desligarse de su faceta humanista y catalanista, desde la presidencia del Col·legi Oficial de Metges de Barcelona Ramon Trías lideró los empeños de los médicos catalanes por una sanidad de calidad y con compromiso social. A pesar de ser el candidato de Convergència, durante los doce años de su mandato, Trías supo tejer a su alrededor una red de complicidades que contribuyó generosamente a aumentar el prestigio y la consideración social de la profesión médica.
Y es que era en las distancias corta con las personas, ya fuera por trabajo o por amistad, donde Ramon Trías seducía. Cuentan sus amigos que, en la comida mensual con los compañeros de la promoción de los 50, él era a menudo el protagonista. Sus relatos de historias humanas y anécdotas atraían a los contertulios. Algunos habían quedado citados con él a un almuerzo para oírle contar sus vicisitudes con la cultura japonesa, país al que el doctor Trías había acudido recientemente para asistir a la boda de su hijo Joaquín.
Su esposa Anna les telefoneó para suspender la cita. Ramon Trías había sido ingresado el día anterior. Sus amigos lo añoran doblemente; por lo personal y por lo profesional, algo realmente meritorio en el mundo de hoy.

5/7/12

Coses que es mouen

Les coses que es mouen progressen. Això vol dir anar endavant de forma inexorable, vèncer dificultats i superar idees caduques. La fusió empresarial de les editorials Cossetània i Angle és una noticia en aquest sentit. El nadó es diu ‘9 grup editorial’, mou 4,5 milions d’euros l’any i 150 títols. És el segon grup editorial del país i el primer independent. Van començar a festejar amb la crisi de l’Arc de Berà i ara han arribat a la conclusió de que, bo i mantenint els respectius catàlegs i una línia editorial pròpia, units seran més forts i estalviaran. En Jordi Ferrer (Cossetània) presideix el grup, te la seu administrativa a Valls (el local és de propietat), i la distribució, difusió i premsa a Barcelona. Tot i que Eudald Tomassa (Angle) fa un pas enrere per centrar-se en altres empreses, és una unió entre iguals; només així es pot avançar amb garanties. Mentre altres contrauen la producció i la supediten a les vendes, ells ja pensen en una nova i potent col·lecció de narrativa. Que tal els clàssics descatalogats?
Qui també es mou és en Miqui Puig. Fa temps em va comentar la idea de llençar un fanzine; ara el tinc a les mans. Es diu Thorn, en homenatge a la cantant Tracey Thorn (Everything But The Girl), i és un fanzine dels de sempre: disseny radical però intemporal, textos agosarats (no us perdeu els del propi Puig, Kiko Amat i Miqui Otero) i una idea molt clara: remoure-ho tot, les consciències, la memòria i la falsa apocalipsi que pregona el digital. Creure en el paper, com ho fa Thorn, és progressar.
La col·lecció ‘La butxaca’ també es mou. Una de les millors idees editorials del Grup 62 fa cinc anys i 900 títols, i convida els lectors a fer el vermut a la Moritz; poca broma.

1/7/12

El foc no es retalla

El foc no hi entén de retallades. La desesperació de molts valencians en veure com es crema allò que més s’estimen, la terra on viuen, és part dels 15 milions d’euros de reducció dels recursos contra els incendis que ha fet la Generalitat valenciana. Són 200 persones menys que lluiten contra el foc. I per molt que s’optimitzin efectius, la vella excusa, menys braços són més hores en arribar a un punt que crema.
Si tenim en compte que les zones dels incendis són d’accés difícil pel seu caràcter muntanyós, fet que agreuja l’efecte xemeneia, que el vent és superior als 30 nusos, que la temperatura està per damunt dels 30 graus i que la humitat és inferior al 30 per cent, tenim tots els elements per una desgràcia com la que s’està vivint al País Valencià. Per què, doncs, no s’ha tingut en compte l’opinió dels agents mediambientals que coneixen el territori? Per què no es va permetre obrir tallafocs a particulars i ara demanen maquinària pesada a les empreses mineres?
Tot te un aire d’improvisat, tret del foc, que avança implacable. Que expliquin ara la reducció de recursos als que ho han perdut tot. Això és un avís del desastre que pot passar en altres aspectes de la cosa pública també retallats.

Dit a El Món a RAC 1 el 2 de juliol de 2012

La cartografia de la memòria

Quan Flaubert crea el gran personatge de Frédèric Moreau, el protagonista de ‘L’educació sentimental’, està posant les bases de l’arquetipus de personatge literari del segle XX: el petitburgès indolent què, bo i superant el seu estadi natural insípid i poca pena, aconsegueix convertir-se en un ésser psicològicament complex què entén la realitat bo i creuant l’aspre desert dels sentiments a través del tènue fil de la memòria.
Néts dubtosament legítims de la gran literatura del XIX (i no només de Flaubert, també d’Stendhal), alguns psicòlegs i terapeutes moderns han captat la potència transformadora de la pràctica emocional de la memòria i l’han elevada a la categoria de ciència social; sense entendre res de la realitat, que els fa por perquè és dura i poc complaent, i convertint així la memòria en un instrument d’adotzenament de febles i pusil·lànimes.
Al seu torn, els joves cadells de l’esquerra post comunista , profundament acomplexats per la seva història, han convertit aquesta memòria lleu, i tan indolent com el personatge de Flaubert, en estratègia política. Així ha nascut aquest estrambòtic concepte pleonàstic anomenat memòria històrica, com si hi pogués haver una memòria del que encara no ha passat.
I així, sense entendre ni un borrall de què va la vida realment, és a dir essent tan poca pena com Frédèric Moreau, ja tenim la memòria de moda. Tothom en parla i les tertúlies de les ràdios en van plenes. A part d’això, com a societat, seguim tenint l’encefalograma ben pla. Polítics, economistes, terapeutes i capellans ens la poden anar fotent per totes bandes i ens quedem tan amples, fins i tot hi ha qui ho entén, i a alguns masoquistes els acaba agradant.
D’això serveix la memòria teledirigida des de les institucions, els mitjans de comunicació i les ciències socials. Ara bé, per sor el món està poblat per alguns éssers intel·ligents, un aspecte de la condició humana què cada dia costa més de trobar.
Aquest és el pintoresc cas que ens reuneix aquí avui: un seguit d’individus, els quals per l’edat haurien de patir la hipertròfia històrica que pateixen la majoria de catalans, amb il·lusió, això si, i què, en lloc d’això, s’han dedicat durant dies i dies, mesos, a posar ordre al caos sentimental que un te quan arriba a una certa edat. El resultat és un llibre què, més enllà de l’evocació més o menys analgèsica del record dolç i llepat, és un intent francament reeixit d’arribar a la realitat de les seva vida com a col·lectiu, que no és el mateix.
Aquest llibre cartografia la memòria d’un temps i d’un país. Ho fa amb tendresa, si, però sobretot amb voluntat de superar l’estrictament sentimental per incorporar tots els passatges (els col·legis l’església, els personatges, l’oci, els metges, els bars...) a la vida d’avui i de cada dia. Allò que diu el poeta dels orígens i la identitat.
Fer un mapa del que ha passat a la nostra societat durant mig segle, posem per cas, és ordenar els sentiments, classificar-los, establir-ne una jerarquia i un ordre de prioritats per avançar cap a la realitat, és a dir, cap a la comprensió de qui som, d’on venim i on anem; és a dir, del gran drama de l’existència humana: que hi i fotem aquí?
Tot plegat una bona forma de superar el papanatisme lleu i sense ànsia que presideix de nou el món d’ara, igual que ho feia al segle XIX quan el jove Moreau es va enamorar d’aquella dona i Flaubert ho va relatar. No hi ha millor exercici que aquest que ha fet tota una generació de vilassarencs i que avui us presenten, per evitar no caure en la temptació moderna de la memòria de peix (disfressada de teràpia o d’estratègia política, com ho vulgueu), i què ens fa dèbils i curts d’enteniment.

Text dit a la presentació del llibre Tempus fugit, el Vilassar de Mar dels 50, 60 i 70