Alberto Oliveras pasará a la posteridad por una sola frase: ‘Ustedes son formidables’. Pero hay frases que, lejos de la excesiva palabrería, habitual en los medios de comunicación, encierran en ella un mundo, un ideario, una manera de entender la vida y de proyectarla hacia el exterior. Como los silencios, extraña suerte radiofónica en la que Oliveras fue precursor y artista. El comunicador, escritor, viajero, un poco bohemio y gran humanista, Alberto Oliveras falleció ayer en París a la edad de 80 años. Queda el impulso vital de poner el periodismo y los medios de comunicación al servicio de la gente; algo que hoy en día, en que las personas han sido substituidas por las audiencias, ya no se lleva.
Nacido en el barrio barcelonés de Sants en 1930, tras estudiar filosofía y letras, faltado de ‘aire para respirar’, Oliveras marchó a vivir a París tras los pasos de Paco Ibáñez. Se instaló en un pequeño apartamento en el que había vivido el pintor Amadeo Modigliani, cerca de Montmartre, se entusiasmó por la vida, creó una familia y ejerció como corresponsal en Francia para la SER y para Destino, en cuyas páginas publicó celebradas entrevistas con personajes como François Mauriac, André Mourois, Françoise Sagan o Julián Green.
En octubre de 1960 la emisora le ofreció realizar un programa que él mismo les había propuesto, ‘Ustedes son formidables’. Basado en un modelo francés, consistía básicamente en crear una red de solidaridad entre los oyentes. Debía presentar la emisión Joaquín Soler Serrano, pero una súbita afección de este hizo poner a Oliveras ante el micrófono, y lo siguió haciendo durante 17 años en el que es uno de los programas de radio que forman parte de la memoria colectiva de este país.
Gracias a ‘Ustedes son formidables’ Vicente Ferrer recibió la primera donación procedente de España. Un tiempo después, misionero y periodista trabaron una fuerte amistad. Fruto de ella, Oliveras dirigió la película El hombre del paraguas (1995), en la que difundió la obra del misionero catalán en la India.
A pesar de que, en los años ochenta, fue despedido de RNE por el entonces director, Enric Sopena, por criticar el funcionamiento de la radio pública en una entrevista que le hizo Luís del Olmo, Alberto Oliveras fue galardonado con tres premios Ondas, uno de ellos a toda su trayectoria, y el Premio Nacional de Radio. En la década de los ochenta realizó para Televisión Española las series Tierras Lejanas (1980) y La aventura humana (1985), producidas por la crítica de arte Maria Lluïsa Borràs, y posteriormente dirigió la serie ‘Suspense’, una colección de historias breves a partir de relatos escritos por él y basados en hechos reales.
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