Esta es la historia de una amistad a la que el tiempo transforma pero no rompe. Es la historia de un grupo de buenos colegas del barrio de Hostafrancs (Barcelona), que en 1989 tocaban en diversas bandas pop-rock de Barcelona y que, para divertirse, hacían rumba catalana. Eran Xavier Calero, Josep Gómez, Ramón Grau, Andreu Hernández, Joan Herrero, Rogeli Herrero, Carles Lordan, Jose L. Muñoz, Toni Pelegrín y Rafa Soriano, y se dieron en llamar Los Manolos. Eran, y serán, amigos para siempre, a pesar de que Carlos Lordan i Barbeta, de 47 años, bajista, guitarrista y cantante, falleció el pasado domingo a consecuencia de las complicaciones surgidas tras un trágico accidente sufrido el pasado 13 de abril.
Los Manolos es un producto del ‘seny i la rauxa’ catalanas que tuvo, hacia los años 90 y coincidiendo con las Olimpiadas, una de sus etapas más gloriosas, quizás la última, por ahora. Los diez amigos se conocían, tocaban en grupos y pasaban el rato rocanroleando con viejos éxitos de la rumba catalana o con versiones de hits pop. Así surgió su peculiar versión del ‘All my loving’ de los Beatles, gravaron un vídeo para la todopoderosa, entonces, MTV y pasaron a formar parte de la banda sonora de una época esplendorosa para Catalunya.
En 1991 gravan ‘Pasión Condal’, su primer LP, y con él llegan a la segunda posición en las listas de discos más vendidos en España, cuando las cantidades de discos vendidos eran cifras serias, claro. La curiosidad ‘cool’ por el grupo se transformó pronto en pasión popular. Al año siguiente editan su segundo disco ‘Dulce veneno’ y actúan en la ceremonia de clausura de los JJ OO de Barcelona junto a Peret y Los Amaya, mitos vivientes de la rumba catalana. El día que Andrew Lloyd Webber escuchó su ‘Amigos para siempre’ en versión rumbera coreada por todo el estadio, entendió porqué habían triunfado más los crooners que el original de Mercuri i Caballé: la rumba es el género musical genuinamente barcelonés que explica tan bien la ciudad y sus gentes como el fado en Lisboa.
Los Juegos Paralímpicos y los Special Olímpics convirtieron a los Manolos en amigos de todo el mundo, a pesar de los cual en 1993 Rogeli Herrero, Joan Herrero y Xavier Calero deciden abandonar el grupo para crear un proyecto llamado ‘Chocolate’.
En 1994 editan ‘Bailes regionales’, su tercer trabajo, y al año siguiente Rafa Soriano abandona el grupo. Fue entonces cuando el resto del grupo, entre los que se encontraba Carles Lordan, deciden montar El Ventilador Music, una productora, discográfica y estudio destinada a impulsar las músicas de raíz. En 1998, ya sin Ramón Grau y José Luís Muñoz, Los Manolos graban su cuarto disco, primero en su propia compañía: ‘Robando Gallinas’. A pesar de estrenar casa, este es el último trabajo del grupo. En 2002 participan en el décimo aniversario de los Juegos de Barcelona, pero los mejores años de la ciudad ya han pasado. En 2003 los miembros del grupo en activo, Josep Gomez, Andreu Hernandez, Carles Lordan y Toni Pelegrín, deciden opner fin a Los Manolos con un gran concierto de despedida en el Mercat de la Música Viva de Vic en el que participaron diversos de los fundadores de la banda. Al año los antiguos Miembros Joan, Rogeli i Xavi retoman el nombre de la banda y editan ‘Nainoná’.
A pesar del tiempo y las cosas de la vida, los Manolos seguirán, siendo ‘Amics per sempre’.
Publicat a El Mundo.es
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