1/3/09

PEPE RUBIANES, ACTOR RADICALMENTE LIBRE


Pepe Rubianes (Villagarcia de Arousa 1947), “actor galaico catalán, porqué nació en Galicia aunque no vivió allí casi nunca y vivió en Catalunya, a pesar que no nació allí”, como él mismo se autodefinía, falleció ayer domingo en Barcelona a la edad de 61 años víctima de un cáncer de pulmón que él mismo había hecho público. La enfermedad le había apartado de los escenarios desde el pasado abril, cuando representaba en el Club Capitol barcelonés, su teatro habitual desde hacía años, su espectáculo ‘La sonrisa etíope’.
Rubianes era una persona radicalmente libre. Alejado voluntariamente de la corrección política y militante del sarcasmo y la ironía tanto dentro como fuera de los escenarios, a penas hacía distinciones, era esa actitud valiente e insumisa la que la granjeó tantos afectos como tirrias de los que, ya ayer mismo, Internet iba lleno de muestras en ambos sentidos. Mientras el Facebook que acoge a más de 15 mil seguidores se llenaba de manifestaciones de duelo y recuerdo, otras páginas recuerdan aun, iracundas, las palabras que el actor lanzó hace más de dos años desde la televisión relativas a la concepción antidemocrática de España y que, en su momento, le ocasionaron el boicot de algunos teatros i una denuncia judicial posteriormente sobreseída por la justicia. Pepe Rubianes era de esas personas que no dejan indiferente, y, a sabiendas de su capacidad de provocación, iba radicalizando su discurso cuando se refería a injusticias sociales. Así, su sátira terminó transformándose en un discurso de una sinceridad tan cruda que, para bien o para mal, no dejaba indiferente a nadie. Su último espectáculo, ‘La sonrisa etiope’, fruto de su compromiso con las desigualdades sociales en África era tan humorístico como agriamente crítico.
Pero Pepe Rubianes se hizo popular como actor cómico. Descubrió el teatro en la universidad de Barcelona, donde se licenció en derecho, y debutó profesionalmente en 1977 con Dagoll Dagom en el que fue su primer éxito, ‘No hablaré en clase’. En 1978 participó en ‘Antaviana’, espectáculo basado en cuentos de Pere Calders y en 1981, con Els Goglars, en ‘Operación Ubú’, antes de decidirse a actuar en solitario. Rigurosamente vestido de negro, con sus expresiones popularmente groseras y su aclamada mala baba, con Pay-pay (1983), Ño, (1984), Sin palabras (1987), En resumidas cuentas (1988), ¡Por el amor de Dios! (1991) Ssssscum! (1992), donde se proclamó rey de la onomatopeya, Rubianes: 15 años (1995) y, de manera especial, Rubianes solamente (1999), que estuvo nueve años en escena, el actor galaico-catalán consiguió un público fiel, afecto y numeroso, al cual jamás defraudó por duras que fuesen a menudo sus palabras.
Muestra de su tremenda popularidad fue la constatación de Televisió de Catalunya cuando, tras un estudio para ver que persona aparecía más en TV3, esa no era ni el entonces president Jordi Pujol ni ningún político, sino el actor. Por aquel tiempo batió un récord Guiness al ser entrevistado durante 14 horas ininterrumpidas por Toni Soler (Polonia). Pero las apariciones en pantalla de Rubianes se remontan al año 1982, cuando apareció en el popular curso de catalán Digui-digui y a la serie Makinavaja (1995), donde hacía de protagonista.
En el 2006 estrenó el montaje Lorca somos todos, basado en la detención y muerte del poeta, a raíz del cual pronunció las polémicas declaraciones que él siempre atribuyó a “la España que asesino a Lorca, no a la España democrática”.
Rubianes obtuvo diversos premios, entre los que destacan el Cartelera Túria, el Ciutat de Barcelona y el Gat Perich. La capilla ardiente se ha instalado en el tanatorio de Sancho de Ávila de Barcelona, pero por deseo de sus familiares, el funeral tendrá lugar esta mañana en la más estricta intimidad.