4/2/09

MERCÈ CONESA, EL COMPROMISO SOCIAL DEL PERIODISTA


El periodismo puede ser un poderoso instrumento para tomar consciencia o una vulgar correa de transmisión de los mensajes del poder: Mercè Conesa, que ayer falleció en Barcelona a los 55 años tras un largo proceso canceroso, fue de esos profesionales que ponen ante todo la integridad y la consciencia a la hora de contar la vida que pasa, que en eso consiste al fin y al cabo el oficio de periodista.
Mercè había iniciado su carrera en 1975 de corresponsal de La Vanguardia en L'Hospitalet. Entre 1979 y 1981 trabajó en Radio Olot y después en el Avui hasta la aparición de El Periódico en 1982, su casa hasta el último día de vida. Accedió para cubrir la información de tribunales en el desvencijado Palacio de Justicia de la época de Cesáreo Rodríguez Aguilera. Ahí la conoció el entonces joven que firma este artículo y que, sentado a su lado en las salas de vistas o tomando unas anchoas, aprendió una cosa imprescindible: que la justicia valora comportamientos humanos sobre los que toma decisiones que afectan las vidas de personas, es decir, que la justicia debe ser humanísta, que no siempre es. Y de eso hablaban las crónicas de Mercè, de la condición humana en todo su rigor. Consecuencia de ello fue su implicación en asociaciones de apoyo a presidiarios o inmigrantes. Un tiempo después fue la pionera en el periodismo de temas medioambientales, donde también puso argumentos y consciencia en sus trabajos.
Por todo ello recibió diversos premios, el Premi Solidaritat del Institut Català de Drets Humans, el Premio de la comunidad de gais, lesbianas, bisexuales y transexuales, el Premio de Bienestar Social del Ayuntamiento de Barcelonay, en diciembre pasado el homenaje Ofici de Periodista que concede el Col•legi de Periodistas, que a la postre fue la despedida de sus colegas.