Ssostenía Muntañola que sus viñetas, caricaturas y comedias perseguían más hacer cosquillas que no satirizar de forma sangrante. Así, la gran difusión que obtuvo de joven durante la República, se mantuvo y creció durante la dictadura, a la que también burló con su cosquilleo y se consolidó magistralmente con la democracia. Joaquim Muntañola, nacido en Barcelona el 90 de abril de 1914, falleció ayer en su ciudad. En 97 años de edad jamás dejó de hacerle cosquillas a la vida. Así titulo una especie de memorias y anecdotario ilustrado que publicó en 2008, La memòria fa pessigolles, (Angle Editorial). Y es que, hasta hace apenas un par de años, Muntañóla todavía dibujaba cogiendo con trazo seguro y firme el rotulador de hacer cosquillas.
Muntañola comenzó a publicar dibujos y caricaturas con 15 años. Papitu, En Patufet, TBO o el Bè Negre fueron las primeras publicaciones que acogieron su humor, que en principio firmaba como ‘Kim’. Eran los tiempos convulsos de la dictadura de Primo de Rivera, o sea que tuvo donde foguearse antes de la llegada de la República. Pero el régimen de libertades no le hizo cambiar un ápice su estilo. Dirigió el semanario infantil Atalaya y realizó filmes de dibujos, protagonizados por el Faquir González, junto a Josep Escobar. Se asoció con Francesc Rovira Veleta para producir cortos animados de publicidad. Joaquim Muntañola era un comunicador contemporáneo que sabia proyectar su obra en los medios de comunicación de masas que emergían.
Quizás por ello trabajó también escribiendo comedias para el teatro, con las que arrasó en los años sesenta. Algunas como ‘En Baldiri de la costa’ (llevada al cine por Josep Mª Font), ‘Ronyons de recanvi’ o ‘Ja tenim sis-cents’ con enorme éxito popular al estar protagonizadas por el genial Joan Capri. Lo que no le arrugaba era la edad; hasta 2006 colaboró junto a Xavier Grasset en programas semanales de Catalunya radio.
En plena dictadura, Muntañola fundó la revista de humor ‘Locus’, en 1955; pero la mayoría recuerdan al caricaturista por sus viñetas en La Vanguardia (donde dibujó una diaria entre 1962 y 1984), El Correo Catalán, El Mundo Deportivo, Dicen, Barcelona Deportiva, Don Balón, La PZ, Tururut!, El Tio Vivo o TBO, publicación para la cual creó el célebre Josechu el Vasco, personaje arquetípico. Y quizás todavía más recuerdan su viñeta diaria en una valla publicitaria de la Plaça de Catalunya de Barcelona, un auténtico ejercicio de comunicación de masas.
Tras recibir en el año 2000 la Creu de Sant Jordi, lejos de jubilarse, Muntañola comenzó las colaboraciones ya citadas en la radio, el también mencionado libro biográfico ilustrado ‘La memoria fa pessigolles’ y, junto a los comisarios Kap (Jaume Capdevila) y Néstor Macià, preparó una gran exposición antológica que se inauguró en 2006 con el nombre de: Muntañola, l’art de viure, l’art de riure’. Al año siguiente, 2007, recibió el premio Gat Perich a toda su trayectoria creativa.
‘Me hace cosquillas la mayoría de cosas que me han sucedido en la vida’, escribió en el prólogo del libro. ‘He conocido mucha gente, he visto muchos paisajes, he hecho bastantes cosas; pero aparte de crear una familia y muchas caricaturas, me hace ilusión dejar a mis hijos, nietos y bisnietos, unos cuantos apuntes escritos y dibujados de los recuerdos que me hacen cosquillas’. Y así, cosquilleando, le pasó una larga vida de casi un siglo.
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