13/12/07

PROTAGONISTA DEL ARTE CATALÁN DEL SIGLO XX


El pintor, dibujante y grabador catalán Josep Maria Guinovart, uno de los protagonistas del renacer de la pintura catalana duranta la segunda mitad del siglo XX junto a Antoni Tàpies, Joan Josep Tharratas o Joan Hernández Pijoan, falleció ayer en Barcelona a los 80 años de edad, según anunciaron fuentes del Hospital de Barcelona donde llevaba ingresado unos días debido a un infarto de miocardio. Con motivo de su ochenta aniversario, que celebró el pasado mes de marzo, el Museu d’Història de Catalunya acoge hasta el próximo mes de marzo la muestra ‘Cartells de Josep Guinovart’, cincuenta obras del artista y una entrevista inédita efectuada expresamente para la muestra. Además, buena parta de su obra puede verse en la Fundació Espai Guinovart de Agramunt (l’Urgell, Lleida), abierta en 1994, en la que hasta fin de año puede contemplarse la exposición de gravados ‘Josep Guinovart, terres i signes de mar’.
Nacido en Barcelona en 1927, ‘Guino’, como se le conocía en los ambientes artísticos, realizó sus estudios en la Llotja y en el Foment d'Arts Decoratives de Barcelona. A partir de una primera etapa de carácter figurativo, fue derivando hacia temática social (la época lo llevaba) a través deobras de gran formato en 1957 inició un proceso creativo que lo llevó a la abstracción con una utilización de elementos tridimensionales en su obra, la manipulación libre de la materia y la inclusión de elementos físicos en las obras. Durante los primeros años de su actividad realizó pinturas murales, decoraciones teatrales, carteles e ilustraciones.
En este proceso de madurez plástica coincidió con otros jóvenes pintores de su generación, hecho que supuso una auténtica revolución en el panorama artístico catalán de mitad del siglo XX. Ligado en un primer momento al grupo Dau al Set (en los años cincuenta), más tarde fue uno de los fundadores del grupo Tahull junto con Jaume Muxart, Antoni Tàpies y Joan Josep Tharrats, también fallecido recientemente). Casi todas las personalidades acogidas a esos grupos artísticos han llegado a representar individualmente la vanguardia pictórica catalana del siglo XX, uno de los marchamos culturales más prestigiosos del arte contemporáneo del país. Guinovart, Tàpies y Tharrats fueron la última generación de pintores que marchó a París a aprender (él lo hizo en 1952), un camino que habían abierto Rusiñol y Casas a finales del siglo XIX y que conectó para siempre a los artistas plásticos catalanes con el emergente mundo artístico parisino. Maduros y de vuelta a casa, y tras el arduo debate sobre conceptualismo de finales de los sesenta, cada uno fue capaz de proyectar su personalidad creativa de forma propia e original, lo que les valió a todos un enorme prestigio universal.
Además, como artistas supieron estar al nivel que les exigía la sociedad de su época. Comprometidos todos ellos con la oposición democrática al franquismo, participaron activamente en mil y una actividades cívicas, donando algunas de sus obras tanto para fines culturales haciendo de mecenas, como para recoger fondos con los que pagar alguna multa o la fianza de algún político de la clandestinidad procesado por la dictadura. Eso les permitió ser reconocidos tanto en el plano cívico y político como en el cultural y artístico.
En 1982 le fue concedido el premio nacional de artes plásticas del Ministerio de Cultura, i en 1990 el premi nacional d’arts plàstiques de la Generalitat. Además, y ese era su galardón más preciado, en el año 2003 el ayuntamiento de Agramunt le nombró hijo adoptivo.
Hoy, los jóvenes estudiantes de la escuela Josep Guinovart de Castelldefels (Baix Llobregat), sabrán que su centro educativo pertenece a un nombre universal, porqué desaparecido el personaje, la dimensión de su obra crece sin límites.

Publicat a El Mundo del Siglo XXI

1 comentari:

Anònim ha dit...

em sebla molt interesant que encara hi hagi gent que pensi en el passat de Catalunya.
Moltes gràcies per la informació.