29/1/12

Carlos Pujol, un ilustrado para el Planeta

Si el premio Planeta es hoy lo que es, ello es debido a la impronta que le dio el fundador del grupo, José Manuel Lara Hernández, y el crítico, escritor y erudito Carlos Pujol (Barcelona 1936). Lo que el ‘padre Lara’ hizo con el Planeta en la vertiente comercial, Pujol lo hizo en la literaria durante 40 años, desde 1972 hasta ayer, en que falleció repentinamente por de un derrame cerebral a la edad de 75 años.
Como todos los sabios, Carlos Pujol era un hombre discreto que mesuraba sus palabras. Esta característica personal y su ingente erudición resultaron fundamentales para la consolidación y el prestigio literario del Planeta, del cual fue miembro del jurado desde 1972 y secretario a partir de 2006. Cuando más guirigay mediático había alrededor de las declaraciones de los jurados, de la rumorología habitual o de las astutas insinuaciones del dueño de la editorial, más se hacían escuchar sus palabras comedidas e inteligentes. Las tumultuosas ruedas de prensa del día anterior a la fiesta del galardón literario serán, a partir de este año, más difíciles de apaciguar sin las enciclopédicas y juiciosas palabras de Pujol.
Pero este ilustrado, doctorado en filología románica por la Universidad de Barcelona en 1962 y con vastos conocimientos de la literatura castellana, francesa, inglesa, italiana y catalana, claro, no iba para editor hasta que, mediados los años 70, el fundador de Planeta le convirtió en su hombre de confianza en materia literaria. Dejó las clases en la universidad y se dedicó de entero a las labores editoriales en una casa que ya conocía como autor, puesto que había publicado allí estudios sobre Voltaire y Balzac. Desde entonces todos los originales que han optado a los premios Planeta, Ateneo de Sevilla y Ramon Llull han pasado por sus manos y su opinión ha sido fundamental. El actual presidente de Planeta, José Manuel Lara, así lo ha reconocido en un comunicado en el que ensalza el carácter erudito, culto, afable, discreto y humilde de “un gran hombre de letras, universalista respetado y apreciado por todos y un extraordinario colaborador de editorial Planeta".
Y es que Carlos Pujol era, por encima de todo, un personaje propio de la ilustración que ponía su sabiduría al servicio de las labores editoriales. A penas hay algún clásico publicado por Planeta que no contenga un prólogo o estudio redactado por él. Además firmó más de cuarenta traducciones de Balzac, Stendhal, Baudelaire, Tournier e incluso Simenon. Todo ello casi escondido tras sus gruesas gafas, esquivando cualquier tipo de notoriedad pública y respondiendo con delicada ironía las, a menudo, impertinentes preguntas de los periodistas ávidos de conocer todos los recovecos de las decisiones del jurado de los premios que convoca Planeta.
La novela ‘Los fugitivos’ y el poemario ‘El corazón de Dios’ fueron los últimos títulos de su fecunda carrera literaria. Catorce títulos entre cuentos y novelas, entre las que destaca el ‘Jardín inglés’ (1987), otros tantos de poesía y una decena de textos ensayísticos forman el corpus de su obra de creación.
Este mediodía, a la una en punto, tendrá lugar el funeral por Carlos Pujol en el tanatorio de Les Corts. El próximo día 26, durante la ceremonia de entrega del Premio Ramon Llull de las letras catalanas que se entregará en el Palau de la Generalitat, será un buen momento para rendirle un merecido homenaje público.