14/11/11

Joan Agut, escritor y editor poliédrico

Hay personas que son un lujo para la sociedad de la que forman parte. Su inteligencia, humanidad, cosmopolitismo o sagacidad, les convierten en ciudadanos predilectos y como tales son considerados y, a su desaparición, evocados. En una cultura normal, el escritor y editor Joan Agut (Barcelona 1934), que falleció la pasada semana en Caldes de Montbui, sería un personaje reivindicado. Pero la cultura catalana, tan dada siempre al oficialismo gregario y con una amplitud de miras milimétrica, dejó pasar a Agut por la vida, sino con indiferencia, casi.Joan Agut hizo lo que toda persona mínimamente inquieta debía hacer durante el franquismo: largarse del país. En 1959 dejó un trabajo sin futuro en unpuesto en el mercado y marchó a París tras los pasos bohemios de Miller i Hemingway. Allí aprendió de todo, a escribir, a leer, a editar y a vivir; entró en contacto con el Front Nacional de Catalunya y, a la vuelta, apareció su segunda cara. Abrió una librería en Barcelona y fundó la editorial Barnacova, a la que dejó en pleno éxito por desacuerdo con sus socios. Posteriormente creó Thassàlia, sello con el que editó algunas joyas de la literatura contemporánea universal de esas que no se venden en el mercadillo de la feria de Frankfurt. Pero también dejó aquel barco, y en 1997 apareció su faceta de escritor.
Autor frenético, conversador insaciable, sabio enorme, personaje elegante en el aspecto y las formas y colega generoso, durante su febril periodo creativo publicó casi un libro por año y obtuvo diversos premios: el Crexells a la mejor novela del 2001 por El mestre de Taüll, el Carlemany del 2003 por Pastís de noces y el Pin i Soler del 2001 por L'arbre de la memòria. Su novela preferida era Gombó i míster Belvedere, con la que quedó finalista del Sant Jordi del 2000. Otros títulos fueron El dia que es va cremar el Liceu (1995), Rescatats de l’ombra (1996), La mirada del cec (2000), La via Làctia (2001), Matadors & cia (2003), Coses de familia (2004), Rosa de foc (2005), Paradís (2006), Wagons lits (2007) y La pau dels orígens (obra dedicada a quien fue su editor, Isidor Cònsul).
Tras este período de gran creatividad llegó el silencio. El hombre que se reinventó tanto como la vida le empujó a hacerlo vio como sus tres últimos originales no encontraban editorial. En tiempos de crisis no hay espacio para creadores sin límites. Inmersos en buscar fenómenos editoriales que les permitan cerrar los balances en positivo, no hubo editorial catalana lo suficientemente inteligente para entender la desbordante obra de Agut. Además de estas tres obras, quedará una última novela inacabada cuyos protagonistas son gatos y perros. La enfermedad degenerativa que padeció durante más de un año pudo más que su vertiginosa capacidad creativa.
Preguntado en una entrevista sobre su auténtica adicción a la escritura también colaboró intensamente en el suplemente de cultura del diario Avui), Agut respondió que no tenía móvil, ni televisor, ni ordenador, ni segunda residencia, ni novia. Tenía tiempo para escribir y, además, se dedicaba a ello cada día. Demasiado para una cultura tan estrecha.

1 comentari:

Anònim ha dit...

Sóc la filla d'en Joan Agut, gràcies per l'article, només volia fer un incís, no ha deixat cap novel·la de gossos i gats, això ho vaig comentar quan vaig parlar amb en David Castillo, on l'estat del meu pare amb les al·lucinacions que patia, últimament repetia paraules sense massa sentit sobre gossos i gats i jo vaig explicar-ho en sentit figurat, no que es tractés en realitat de cap novel·la realment. I també referent al llibre La Pau dels Orígens, no és seu, en ell hi ha un article on parla de la seva relació amb l'editor, però el llibre no està escrit per ell. Gràcies