3/1/09

ERMENGOL PASSOLA, EL MECENAS CULTURAL QUE PREFIRIÓ EL ANONIMATO


A veces la vida nos concede coincidir con seres humanos de tal coherencia, que su obra, construida desde un perseverado anonimato, trasciende más allá de instituciones, entidades, proyectos públicos y, claro, la mayoría de grandes personajes de su tiempo, Ermengol Passola (Barcelona 1925), empresario, promotor cultural y persona fundamental para entender la recuperación cultural catalana tras la guerra civil, fue uno de esos raros personajes que, muy a veces, da la existencia. Passola falleció el primer día del año en su ciudad natal tras un largo proceso canceroso.
Ermengol Passola era uno de los ocho hijos de familia vinculada a Acció Catalana. En una reciente entrevista recordaba como, de pequeño, desde el balcón de su casa en la esquina de las calles Sant Honorat y Call, veía el balcón del Palau de la Generalitat, y en él a Cambó, Macià o Companys, pero sobretodo al pueblo reunido en la plaza de Sant Jaume, su patio de juegos infantiles, que miraba hacia arriba. Él sostenía que aquello le había marcado para siempre. En 1040, a los 15 años ya movilizó a los fieles de su parroquia para que la petición de limosna se realizara en castellano y catalán, y lo consiguió. A pesar de ello, las esquelas por la defunción de su padre las tuvo que redactar a mano al no encontrar ningún impresor que las quisiera hacer en catalán. Unos años después pasaba largas noches imprimiendo en ciclostil ediciones clandestinas de ‘Justificació de Catalunya’, de Josep Armengou, que el canónigo de la catedral escondía hasta que, puerta a puerta, de noche y solo a personas de mucha confianza, él mismo repartía.
Pero aquello solo fue el principio, Ermengol Passola tenía la peculiar particularidad de aunar en una sola persona, el carácter luchador que el país necesitaba, la capacidad emprendedora que los nuevos tiempos requerían y la vocación anónima que se da tan escasamente.
Colaboró con Joan Triadú en la organización de los concursos de poesía de Catonigrós, un hito en plena dictadura, colaboró también con Joan Ballester, de quién heredó el fichero de personas comprometidas con la cultura catalana y colaboró con Josep Espart-Ticó en la puesta en marcha de la discográfica Edigsa, pero a los tres los superó por su capacidad de entender los nuevos tiempos que se avecinaban e ir por delante de las duras circunstancias del momento.
Estuvo en la fundación de Edigsa, pero entendió que editando un par de discos al año (el primero fue Espinàs canta Brassens) no se iba a ninguna parte en el negocio de la música. Así fundó Concèntric, que editaba media docena de discos al mes y cuya cabeza de cartel fue Lluís Llach. Passola sabía que el mundo giraba muy aprisa mientras la cultura catalana luchaba por desprenderse de la lacra del franquismo, y que cuando eso sucediera, debería estar preparada para lo que estuviera pasando en Londres, Roma o París, o para los medios de comunicación. Fundó la Cova del Drac, la mítica sala de conciertos de la calle Tusset, para que los cantantes y músicos del país pudieran presentaren en público y forjarse como ídolos de masas para el día que hubiera radio y televisión en catalán, recordaba. Por eso creó también Mobles Maldà, su modo de vida. En una época en que la decoración era simplemente cutre, él viajó a las capitales europeas en busca de los objetos, muebles y elementos de decoración que allí imponían la estética del momento. Maldà se convirtió en un lugar de culto para los modernos de hace treinta o cuarenta años, porqué Ermengol Passola era un catalanista ‘del morro fort’, pero sobre todo un hombre de su tiempo, un moderno.
Y todavía tuvo tiempo de crear la Associació de Disenyadors Industrials (ADI), posteriormente fusionada con el FAD, en 1957, los Amics de Joan Ballelster en 1980 y de invitar a su numerosa familia a hacer un pequeño viaje anual para celebrar su cumpleaños. Por su obra recibió la Creu de Sant Jordi (1984), el premio Jaume I de actuación cívica (1987) y el Memorial Lluís Companys (2003).
Los funerales por Ermengol Passola se celebraran hoy a las once de la mañana en el tanatorio de la ronda de Dalt.