17/11/13

Albert Vilalta, modernizador de los trenes

Una tarde de mediados de los años noventa tomaba café con Joan Fuster, a la sazón concejal socialista de Ciutat Vella, pero vecino de Sant Cugat del Vallés. Antes de que le preguntara porqué vivía tan lejos de su realidad cotidiana, me soltó: "menos de media hora en uno de los mejores trenes de cercanías del mundo. Hay que reconocerlo, la modernización de los Ferrocatas (como popularmente se les conoce a los Ferrocarrils de la Generalitat) es uno de los grandes logros del gobierno de Pujol". Albert Vilalta i González (Reus 1933), presidente de los FGC desde 1983 a 1991 fue el artífice de la conversión de una línea a punto de ser clausurada, en un servicio público útil, eficaz i admirado en Europa. Ingeniero de caminos, canales y puertos de formación, Vilalta falleció el viernes en Barcelona a los 80 años de edad víctima de un infarto.
La fama de Albert Vilalta como modernizador del transporte ferroviario llegó a los oídos de Aquel Aznar que hablaba en catalán en la intimidad y, en 1996, lo nombró secretario de Estado de Infraestructuras y Transporte y Gestor del ente encargado de construir el AVE. A pesar de ello, él, partidario de que la alta velocidad llegara al centro de las ciudades, vio como la estación de Tarragona se construía en medio de la nada. Su carrera profesional sobre vías se cerró con la presidencia de Trammet (Tramvia Metropolità), la compañía que reintrodujo de nuevo el tranvía en Barcelona i que actualmente explota el Trambaix i el Trambesòs.
Trenes al margen, los éxitos profesionales de Vilalta habían comenzado en 1969, cuando redactó un Plan de Saneamiento del área de Barcelona que es aún la base del actual. Con el restablecimiento de la Generalitat, en 1977 fue nombrado director general de Transports del gobierno de Tarradellas.
Como primer Conseller de Medi Ambient del gobierno de la Generalitat (1991), Albert Vilalta demostró también su eficacia. No solo aprobó el Pla d'Espais d'Interès Natural, primera legislación de protección del territorio de la Generalitat y base para la creación de posteriores parques naturales, sino que consiguió resolver el conflicto social generado en toda Catalunya por la presentación de un plan de residuos claramente injusto con las áreas no urbanas que fue retirado. Durante su etapa de Conseller también atajó el problema de las aguas residuales y situó a Catalunya como pionera en la aplicación de las principales normas europeas de protección del agua y el aire.
Lástima que su probada capacidad de gestión y negociación no le sirvieron para evitar el secuestro de su hijo Albert en noviembre de 2009 en Mauritania cuando participaba, junto a Roque Pascual y Alicia Gámez, en una caravana de la ONG Barcelona-Acció Solidària. La mujer fue liberada en marzo de 2010, y los dos hombres en agosto del mismo año. El año pasado fue absuelto de la acusación de malversación de fondos públicos por la creación de un plan de pensiones durante su etapa al frente de Ferrocarrils de la Generalitat.