Y es que ICV es un partido declaradamente cool. Son pocos pero fieles. Su mensaje es coherente con los tiempos, pero de dudoso gusto estético para las masas enfervorecidas por el sobrevenido independentismo pret-a-porter de CiU. Saben que diciendo las verdades no se hacen muchos amigos, pero no por ello cejan en el empeño. Y en esta campaña se han empeñado muchísimo. Las duras circunstancias sociales consecuencia de los recortes les hacían albergar mejores resultados que no mantener los 10 diputados que ya tenían de 2010.
O sea que Dolors Camats pidió un bocata de salami y una lata y se dispuso a seguir el escrutinio por la tele junto a los militantes que iban llegando desde sus puestos de combate en los colegios electorales; cansados, pero jamás vencidos.
Pero sucedió que la noche se fue poniendo de cara (eso es muy cool también), y que el escrutinio les iba dando dos, tres e incluso cuatro escaños más a ratos, y recuperando el de Lleida. Y los simpatizantes iban llenando el salón. Por ahí andaban también Joan Carles Gallego (CCOO), Pep Altaió, responsable de cultura; Imma Mayol, Jaume Bosch, Jordi Miralles y el presidente Joan Saura, que incluso esbozó una sonrisa a este cronista después, eso sí, de reconocerle que lo había pasado muy mal a primer ahora: “porqué repetir resultados era un fracaso”.
Y como sea que la noche terminó demostrando que ‘Catalonia is not CiU’, o al menos no tanta como se pensaba, los gritos de ‘Mas dismisió y ‘I tant si podem’, terminaron llenando todos los recovecos del hotel, sala de prensa incluida, durante la comparecencia final de Joan Herrera y Joan Josep Nuet. Dolors Camats entró al más puro estilo de concursante de La Voz bailando ‘Soul sister’, de Richard Myhill, un tema soul que atronaba por los altavoces, Joan Saura reía y la fatiga se borró de la faz de esos simpatizantes que, sólo ellos, saben lo que han sufrido durante toda la jornada.
Lo cool es soul, y mucha de la gente que se ha movilizado estos meses en la calle contra los recortes lo ha hecho este 25-N a favor de ICV, porqué ese ha sido su mensaje serio y coherente durante toda la campaña. Sus más de 350 mil votos (120 mil más que en 2010) son el mejor resultado de la coalición. Joan está muy constipado, pero la de ayer fue su buena noche. La noche de los justos. “Y solo siendo justos se puede ejercer dignamente el derecho a decidir” apostilló. Y terminó le velada repartiendo besos, es decir contagiando el trancazo. Y qué más da si total nos vamos a tener que pagar de nuestros bolsillos el ibuprofeno.
Publicat a El Mundo de Catalunya
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