Martí Gasull, activista defensor del catalán

A finales del siglo XIX el impulso cultural de la Renaixença extendió el deseo de conocer, estudiar i amar el país. Fue a partir de entonces cuando la incipiente práctica del excursionismo se difundió por toda Catalunya hasta hoy. No es nada raro pues, que la afición por la montaña como forma de conocer pueblos y culturas siga siendo uno de los deportes más practicados en Catalunya. El filólogo y filósofo Martí Gasull, fallecido el domingo a los 43 años de edad por un alud de nieve en el campo 3 del Manaslu (Himalaya) y coordinador de la Plataforma per la Llengua, entidad de defensa del catalán, era un fiel heredero de las señas personales, emocionales e intelectuales de aquel movimiento de recuperación nacional que proyectó a Catalunya hacia un siglo XX que, de no haber mediado la Guerra Civil, habría sido la época de mayor esplendor del país en todos los sentidos.

Nacido en 1969 y licenciado en filología clásica por la UAB, en filosofía por la UB y postgrado de dirección de empresas por la UPF, además de un apasionado por la montaña y veterano alpinista, Martí Gasull era miembro fundador de la principal entidad no académica de defensa activa del catalán, Plataforma per la Llengua, una de las organizaciones con un papel central en el actual debate político sobre la independencia. Las exitosas campañas por el aumento de la presencia del catalán en el etiquetaje de productos, en el doblaje de películas y en la publicidad, o el fomento del aprendizaje del catalán entre los inmigrantes, son ya un símbolo de las formas cívicas del activismo cultural moderno. El propio conseller de Cultura de la Generalitat, Ferran Mascarell, ha reconocido que: “ha sido gracias a personas como Martí Gasull que la lengua catalana ha avanzado al ritmo que lo ha hecho en las últimas décadas. Necesitamos personas con la misma perseverancia para seguir avanzando”. Creada en 1993, Plataforma per la Llengua reúne actualmente a más de 4.000 personas y 20 entidades. Entre otros numerosos premios, recibió en el año 2008 el Nacional de Cultura de la Generalitat a la proyección social de la lengua catalana.

La entidad que fundó le recordó como “independentista y apasionado por la alta montaña, comprometido con la lengua y la cultura catalanas y conocido por su humanidad y compromiso en la lucha por nuestro país”. A raíz del conflicto creado hace unos meses en los Mossos d’Esquadra, cuando una parte decidió dirigirse exclusivamente en castellano a los ciudadanos como forma de protesta laboral, Gasull calificó este comportamiento de “propio de los tiempos de la dictadura”. Tras conversaciones con los sindicatos, la policía abandonó este tipo de protesta.