Después de una década orientando la política cultural del ayuntamiento de
Barcelona en tiempos de Maragall, Josep Subirós se fue a África en busca de un
imaginario mítico. Viajó primero por el Magreb, después a Mali, deambuló por
Siria y Jordania y de nuevo pasó por Tombuctú. Sentía que allí estaba la fuerza
y la energía que necesita Europa, pero que teme por la presión económica y
demográfica que representa. Pep Subirós, una mente pensante preclara en muchos
aspectos, falleció el sábado a los 69 años en Torroella de Montgrí (Baix
Empordà), tras una lucha denodada contra el Parkinson. En 1996 ganó el premio
Josep Pla de narrativa con Cita a Tombuctú, un libro que, repasándolo, a través
de un viaje intelectual, nos lleva a unos valores y actitudes hoy,
desgraciadamente, a la baja.
"El corazón de Pep ha dejado de
latir", anunció la familia "Ha
sido un final lleno de amor, y hasta el último momento el ha podido sentir el
calor de todos los que le queríamos". El funeral tuvo lugar el domingo
a mediodía en Torroella.
Subirós nació en 1947 en Figueres (Alt Empordà). Licenciado en Filosofía y
Letras por la Universitat de Barcelona (1965-1970), profesor de filosofía en la
Autónoma (1973-1983), militante en organizaciones de izquierdas, miembro del
Col·legi de Filosofía y director de las revistas Transición y El Viejo Topo,
Pasqual Maragall lo nombró coordinador del área de cultura del Ayuntamiento de
Barcelona, desde donde participó en el diseño de la Olimpiada Cultural y en la
creación del Centre de Cultura Contemporània de Barcelona (CCCB).
Posteriormente fue asesor de Maragall en materia de cultura hasta 1997.
Posteriormente se dedicó a escribir y a comisariar exposiciones, como la
muestra sobre Miquel Barceló que se realizó en el MACBA en 1998. Fue durante
este tiempo cuando desplegó sus profundos conocimientos e intereses por las
culturas africanas. El libro de viajes La rosa del desert (1993) y la ya citada
novela Cita a Tombuctú (1996), quizás sus libros más difundidos y valorados,
fueron fruto directo (o puede que más causa que consecuencia) de aquella época.
Full de dames (1999) y Ara se que es ella (2006) completaron su biografía de
novelista. Pero Subirós escribió además seis ensayos: Mites i raons de la
modernitat (1984), L'esquerra i la qüestió nacional i altres paradoxes (1992),
Breu historia del futur i altres dispersions (1998), Sobre la felicitat i altre
sneguits (2003) y Ser immigrant a Catalunya (2010). No hace falta decir que
algunos de ellos fueron un potente material de debate en unos años (de mediados
de los ochenta hasta los JJ OO) en los que Barcelona y Catalunya se enfrentaron
de forma desigual y poco cohesionada al cambio de paradigma social y cultural
que imponía la modernidad. Puede que, decepcionado por la poca veces coherente
respuesta de las administraciones y la sociedad catalana, Subirós buscara en
Tombuctú un imaginario mítico capaz de reforzar la idea europea. Y lo que
sucede hoy, Él lo vio allí, entonces.
En fechas próximas habrá un acto público de despedida en Barcelona.
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