El pintor Joan Pere Viladecans interpreta, en un
libro y una exposición, la poesía de Miquel Martí i Pol en una obra
extraordinaria por dimensión y calado artístico.
Ara és demà |
En 'Quadern de vacances' (1975), Miquel Martí i
Pol escribió: "Salveu-me els ulls
quan ja no em quedi res. / Salveu-me la mirada, que no es perdi."
Cinco años atrás le habían diagnosticado una esclerosis múltiple, un factor que
determinó su obra y vida. El poeta, consciente de que a partir de aquel momento
todo el tiempo que vivirá es extra, como unas vacaciones, pide que, cuando la
enfermedad se haya apoderado de él, perviva lo que más aprecia, el único sentido
a través del cual le llega la vida y con el que se aferra desesperadamente a
ella: la mirada. Cuando el director editorial de Enciclopèdia Catalana,
Francesc Boada, sugirió a Viladecans un trabajo sobre la poesía del autor de
Roda de Ter, fallecido el 2003, el pintor pensó en aquella idea: 'Salveu-me la mirada'. Así ha
interpretado la antología que preparó el crítico Álex Broch. Y así se titula el
libro publicado en edición de bibliófilo, que se exhibe en la Diputació de
Barcelona.
Joan Pere Viladecans es un pintor literario. La
conexión simbólica entre su pintura y la literatura es profunda, y ambas se
enriquecen mutuamente. Interpretó los cuentos Edgar Allan Poe, posteriormente
hizo lo mismo con su poeta de cabecera, Salvador Espriu, y ha simbolizado de
nuevo la relación con Martí i Pol (de quien había ilustrado numerosas portadas
de sus libros) con un trabajo ambicioso y regenerativo, tanto para los lectores
del poeta, como para el artista: "me
ha costado mucho", sostiene, "he
tenido que revisitar mi simbología y a la vez actualizarla. He combinado los
panes, los relojes o los ojos, elementos muy míos, con nuevos materiales como
el óxido. Al trabajar las guardas de los cinco cuadernos en que se divide la
antología, he convertido este material en el hilo conductor de mi
interpretación de la obra de Marti i Pol." En 'Salveu-me la mirada' Viladecans ha usado también ceniza, y
ha realizado singulares probaturas en la producción del gravado original que preside
el trabajo, realizado en el taller Tinta invisible a partir de una foto de
Pedro Madueño al poeta; un trabajo muy complejo, según el pintor: "se hizo una estampación digital de la
foto rebajada, y sobre esta el gravado. Con el aguafuerte fue bien, pero al
introducir el carborúndum para dar relieve, la plancha de rompió. Debo decir
que en Enciclopèdia jamás han puesto limitaciones ni han interferido en nada.
He trabajado en completa libertad."
Firmando los gravados en el taller de Tinta invisible |
El resultado es excepcional. Un libro de gran
formato, de 278 paginas que combina la antología poética, en cinco cuadernos
más el de presentación, con 17 obras reproducidas en tríptico, las guardas y el
gravado original. Todo dentro de una caja de madera firmada. Una obra que aúna
pintura, literatura y artes gráficas. Para Francesc Boada, director hasta la
jubilación de la mayor parte del proceso, ha sido "un trabajo excepcional, de los que dan sentido a una vida de
editor." Una ilusión compartida por Joan Ricart, quién sucedió a
Boada, y por el equipo de Enciclopèdia, que, el día de la inauguración de la
muestra en la Diputació, titular del fondo del poeta, lucía con orgullo la obra
junto al alcalde de Roda, en nombre de la Fundació Martí i Pol, y de Montserrat
Sans, su viuda.
La poesía de Martí i Pol es casi memorialística, sostiene Àlex Broch en
la presentación. De clase obrera y comprometido políticamente, su poesía
discurre entre el yo y el nosotros en el viaje poético por un tiempo de
esperanza. "Ara és demà",
escribió él, cantaron los Coses y utilizó el PSUC. "No demano gran cosa / poder parlar sense estrafer la veu",
dice un poema traducido y musicado por Veneno en el cual su enfermedad toma
forma de mal colectivo.
Poeta popular y autodidacta, que habla con el
lenguaje de la gente y escribe sobre lo que nos sucede a la mayoría, Martí i
Pol convirtió su casa en la de todos. Recibió y habló (con voz casi queda) a
escritores, jóvenes aprendices de poeta, alumnos de primaria y líderes
políticos. Y a todos trató con igual sencillez y franqueza; una grandeza
añadida a la de su poesía. Por entonces Viladecans ilustraba las portadas de la
colección de poesía de los Llibres del Mall, un sello símbolo de la época. Pintor
y poeta se encuentran hoy de nuevo en este trabajo. La obra de Martí i Pol i de
Viladecans son parte fundamental del relato de nuestras vidas. Que el poeta y
el artista nos salven la mirada a todos; lo necesitamos.
Martí i Pol con un ejemplar de Estimada Marta, con portada de Viladecans (FOTO: Fundació Miquel Martí i Pol) |
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