A menudo se dice que los hijos terminan por hacer lo que ven en casa. En
casa del compositor Xavier Benguerel, ya fuera en su domicilio natal de la
Rambla del Poblenou, en el primer exilio francés o en Santiago de Chile, solían
recibir a Mercè Rodoreda, Anna Murià, Pere Calders, Joan Oliver o Rafael Tasis.
Hijo del escritor Xavier Benguerel i Llovet (Barcelona 1905-1990), novelista
del obrerismo barcelonés de primeros de siglo y premio Planeta 1974, Xavier
Benguerel i Godó pensó en la tradición literaria y cultural de su familia el
pasado mayo cuando estrenó El cementiri
marí, obra sinfónica basada en el poema homónimo de Paul Valéry, traducido
al catalán por su padre; a la postre su última obra. El compositor fallecido
este jueves a los 86 años de edad en Barcelona.
Xavier Benguerel nació en Barcelona en 1931 y vivió hasta 1954 en Chile,
donde inició estudios musicales. Siendo su padre directivo de la Institució de
les Lletres Catalanes, toda la familia se exilió en 1939. A la vuelta fue
alumno del eminente Cristòfor Tatabull y pronto se interesó por la
etnomusicología que difundió Béla Bartók. Sus primeras composiciones, Cantata d'Amic i Amat (1959), que lo dio
a conocer internacionalmente en 1960 cuando la estrenó en Colonia, Concert per a dues flautes y Nocturn dels avisos denotan la
influencia de Bartók y de las tendencias seriales de la escuela de Viena.
A finales de los sesenta, su interés por la escuela de Viena se plasma en Paraules de cada dia (1967), Dialogue orchestrale y Joc i música Riservata, ambas de 1969. A
partir de ese momento, Benguerel escribe algunas de sus conciertos más
reconocidos: Concert per a orgue
(1970), Concert per a guitarra (1971)
y Concert per a violoncel (1977). Ese
mismo año recibió el prestigioso premio Luigi Dallapicola. Raíces hispánicas (1978), Astral
(1979) y Tempo (1983) son otras
composiciones notables de aquella época.
En 1984, el estreno de la opera Spleen, sobre el sexo, el arte y las
drogas de reminiscencias de Baudelair y primera escrita originariamente en
catalán, obtuvo un enorme éxito que se prolongó el año siguiente en Frankfurt.
El libreto era de Lluís Permanyer i la escenografía del pintor Joan Josep
Tharrats. Pero la composición más conocida de Benguerel fue, sin duda, el Llibre vermell, obra basada en los
cantos y danzas del siglo XIV recogidos en el códice del mismo nombre que se
conserva en el monasterio de Montserrat. Se estrenó en el Liceo en 1988 y se
han efectuado audiciones en numerosos teatros de todo el mundo. En 1993 estrenó
Te Deum. En junio de 2011 estrenó en
el teatro Real Jo, Dalí, ópera
escrita por encargo del ministerio de Cultura para conmemorar el centenario del
nacimiento del pintor de Figueras. La obra se estrenó aquel octubre en el
Liceo. Pero Xavier Benguerel no fue solo compositor de obras de gran formato.
Canciones, piezas para un solo instrumento y todo tipo de géneros musicales
jalonan su trayectoria.
En el 2014 recibió la Creu de Sant Jordi de la
Generalitat y, recién recuperado de una trombosis pulmonar, el año siguiente
fue galardonado con el premio Tomàs Luís de Victoria de la SGAE. Su fondo
personal está depositado en la Biblioteca de Catalunya. Carles Guinovart y Tomás
Marco, Jesús Rodríguez Picó y Jorge de Persia han escrito sendos libros sobre
Benguerel.
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