El libro L'Hotel París, de Vicent Andrés
Estellés, fascinó en 1984 a Jaume Plensa hasta ilustrar su ejemplar. Aquel
arrebato es ahora una obra de bibliófilo.
A primeros de los setenta, la fuerza telúrica de
la poesía de Vicent Andrés Estellés (Burjassot 1924-València 1993) impactó
entre los jóvenes que buscaban una literatura que dialogase entre el yo y la
comunidad, en el conflicto entre la generación que descubría el mundo libre y
una sociedad fosilizada en el franquismo. Los poemas de La clau que obri tots
els panys, con el trágico Coral romput, dedicado a su hija muerta, y del Llibre de meravelles, especialmente Els amants 'No hi havia a València dos amants com
nosaltres. / Feroçment ens amàvem des del matí a la nit', cautivaron a lectores, estudiantes,
activistas y artistas. No fueron pocos sus versos que se convirtieron en
consignas entre el amor y la lucha. Ovidi Montllor contribuyó a su difusión, y
así el poeta fue sacando originales de su baúl y, poco a poco, publicándolos.
En 1973 Edicions 62, en
su colección Els llibres de l'escorpí, unos libritos claros, pulcros, una
exquisitez de diseño, editó un poemario que Estellés tenia guardado desde 1956:
L'Hotel París; veintiún poemas sin titular en un diálogo confidencial en tiempo
presente entre el poeta y Françoise, una supuesta amante esporádica con quien
se encontraba en aquel hotel de medio pelo (quizás el próximo a la Rambla). Una
conversación sobre el amor, la muerte, el sexo, la comunidad, en la que Françoise
es oyente pasiva del monólogo que termina en un crescendo caótico en el último
poema, un clásico de la literatura catalana contemporánea: 'Com hi ha el fill sense els pares i els pares sense el fill / i
xiques, al cinema, amb les cames obertes'.
En 1978 Estellés recibió
el Premi d'Honor de les Lletres Catalanes. Ese mismo año fue despedido,
arbitrariamente y sin explicaciones del diario Las Provincias, donde fue
redactor jefe durante veinte años y en el que llevaba trabajando desde 1948.
Ello le permitió dedicarse íntegramente a la literatura. En 1990 recibió el
Premi d'Honor de les Lletres Valencianes.
En 1984 Jaume Plensa
(Barcelona 1955) vivía en Berlín, y uno de los pocos libros que tenía era
l'Hotel París. No conocía nada más de Estellés, pero como a tantos de su
generación, aquel libro le influyó definitivamente: "fue un libro esencial
porqué descubrí que Estellés era el poeta que mejor representaba mi manera de
ser porqué hablaba del ser humano", reconoce el escultor. "Para
salvar la colectividad, primero has de salvar al individuo. A mi esto es un
tema que me preocupa. Estellés te hablaba de tu a tu, como si hubiera escrito
el poema para ti, pero a la vez con un sentido colectivo".
En su estudio berlinés, arrebatado
por el impacto de los poemas, el artista cogió su ejemplar de l'Hotel París y
lo ilustró por completo aprovechando los espacios en blanco del pequeño volumen.
I se lo regaló a su compañera Laura.
Plensa viajó poco después
a Burjassot para conocer a Estellés. Pasaron dos días magníficos, recuerda el
artista, i el autor le autorizó a trabajar sobre su poemario. Pero ahí quedó
todo; hasta el 2015, cuando Joan Ricart, editor de Enciclopèdia Catalana y
responsable del nuevo sello Enciclopèdia Art, le propuso que reemprendiera su
diálogo con el poeta Valenciano, a quién Plensa no ha dejado jamás de
reivindicar. Así ha nacido Plensa / Estellés · L'Hotel París. "Es un libro
soñado y para nada académico, porqué es un diálogo emocional entre su obra y la
mía. Un libro que comencé en 1984 y que he acabado ahora", asegura el
escultor.
El trabajo se ha
convertido en un libro de bibliófilo de 999 ejemplares con una serie de 75 de
coleccionista. En un estuche de cobre de 39 x 29, Plensa ha encerrado unas
cuantas joyas. Un gravado original en el que la sombra que proyecta el nombre
del poeta se convierte en el nombre del artista. La reproducción del libro, tal
y como Plensa lo ilustró en 1984, reproducido
en 23 dípticos y 6 trípticos en papel artesanal de algodón y eucalipto,
fabricado por el Molí paperer Ca l'Oliver. Pero un escultor trabaja en tres
dimensiones, y eso es en lo que, gracias a 6 transparencias de cobre, se ha
convertido la poesía de Vicent Andrés Estellés. Las finas planchas, complejamente
emulsionadas en hueco gravado conforman un original montaje móvil, una
auténtica escultura poética con todo el lenguaje de Plensa al servicio del
diálogo con l'Hotel París, con el realismo líricamente cotidiano del poeta
valenciano.
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada