24/1/17

Juanjo Navarro Arisa o la inteligencia del periodista

Recuerdo bien a un profesor que, cuando le pregunté la característica principal que debía tener un periodista, me espetó:  "Un periodista ha de ser un intelectual en potencia". En la universidad de finales de los setenta la frase, heterónima de una de Gramsci, suscitó un vivo debate en clase. No se si los compañeros de aquella época la recuerdan, pero cada vez que he conocido un periodista del cual creía que podía aprender muchas cosas, la quedada de aquel profesor me roe los sesos. Y lo intento aprovechar. El día que conocí a Juanjo Navarro Arisa (Barcelona 1955) en la redacción de El País fue uno de esos. El periodista falleció el pasado jueves en Terrassa a los 61 años.
Y es que J.J.N.A., como solía firmar, no solo dominaba inglés, alemán y francés, además de escribir con una exquisita prosa tanto en catalán como en castellano; era un experto en política internacional (la guerra fría le excitaba), arte, literatura, mandalas tibetanos y los mil placeres de la vida, como se encargó de demostrar en la sección 'Plaers de ma vida' del diario Avui, que le hizo merecer el premio Ciutat de Barcelona el 2004. Y es que alguien capaz de hablar con autoridad tanto de Joan Vinyoli como de la sensación de tomar ostras con Veuve Clicquot, no podía ser un periodista al uso.
Fue en la redacción de El Mundo de Catalunya, del que fue su primer subdirector, donde tuve la oportunidad de trabajar más cerca de él. Sus detalles de profundo 'conaisseur' de casi todo mejoraron, en lo literario y en lo periodístico, aquellas primeras crónicas urbanas bautizadas BCN bulevar que daban relumbrón ciudadano al diario y a quién las firmaba. Y, fuese quién fuese, el toque intelectual y cosmopolita de Navarro estaba siempre detrás. Claro que, a veces, esa sabiduría en la redacción devenía suficiencia. Y de la presunción al egotismo, y de ahí a la indolencia por aburrimiento, a menudo hubo menos de un paso. Era un 'gonzo' del conocimiento, y le costaba explicarlo sin separarlo de su yo. Solo cabía tomarlo o dejarlo.
Juan José Navarro Arisa estudió en la escuela Suiza de Barcelona y después de licenció en periodismo en la Universitat Autónoma. Pronto entró a trabajar en Catalunya Expréss, después en El Correo Catalán y más tarde en la sección de cultura de la edición catalana de El País. Estando en este diario publicó, junto a Màrius Carol y Jordi Busquets, 'El último Dalí' un trabajo de investigación sobre el turbio entorno que envolvió al pintor en los últimos años de vida. También escribió 'Gaudí, el arquitecto de Dios' (2002) y otros libros sobre artistas como Perico Pastor, Santi Moix o Agustí Puig.
Vivió sus últimos años mermado por una serie de enfermedades en cadena que, poco a poco, fueron resquebrajando su, ya de por si, frágil salud. Algo que siempre le afligió, y que a veces le llevaban tristemente a sentirse al margen de compañeros y amigos. Pero ellos jamás dejaran de recordar al intelectual, y por ello, periodista modélico.