15/3/11

Jordi Serrat, un veterano de las series

La escena catalana está pasando por una temporada luctuosa. A la muerte de Pep Torrents, hace apenas una semana, el sábado se añadió la de Jordi Serrat (Barcelona 1931), otro de esos veteranos actores que, pasando del teatro a la televisión contribuyó a la actual excelencia del nivel de las series de ficción producidas en Catalunya.
Quien fue el primer director de l’Asociació d’Actors y Directors Profesionals de Catalunya (ADDPC), primera instancia democrática de representación de los actores, inició su carrera teatral a finales de los cincuenta. En 1959 actuó en ‘El zoo de cristal’, de Tenesse Williams; en 1960 lo hizo en ‘El senyor Perramon’, de Josep Maria de Sagarra y en 1961 en ‘La medalla’ i ‘Solo de violín’, de Juan Navarro, todas ella estrenadas en el desaparecido teatro Candilejas de Barcelona y bajo la dirección de Antoni Chic, a la sazón uno de los más importantes realizadores de televisión catalanes de los primeros tiempos. En 1967 participó en ‘La innocència jeu al sofà’, de Jaume Picas; en 1970 en la adaptación que de ‘Pigmalión’, de Bernard Shaw, hizo Joan Oliver y en 1974 en una celebrada ‘Ratonera’ de Agatha Christie. Con ese currículum, cuando lo descubrió la televisión, fue para dejar su innegable huella de gran actor en todas cuantas series participó.
El director de cine Joan Alvarez, con quien rodó un cortometraje, dijo de él que era de esos actores que hacen las cosas fáciles, que no se quejan y que se comprometen con los proyectos hasta el final.
Desde 1964, año del comienzo de las emisiones de Miramar, el Centro de producción de programas de de TVE en Catalunya, Serrat ya participó en numerosos emisiones de ‘Teatre català’ y ‘Lletres catalanes’, obras de teatro expresamente adaptadas para la televisión, que eran dos de los más celebrados espacios de aquella época. Pronto su popularidad trascendió a toda España al aparecer en numerosas emisiones de ‘Estudio 1’, otro clásico de aquella época y en series, que entonces se les llamaba simplemente ‘novelas’ como ‘Hora once’, ‘Sospecha’ o ‘La saga de los Rius’. Años después también apareció en diversas series de la televisión catalana como ‘La granja’, ‘Rosa’, ‘Estació d’enllaç’, ‘Brigada Central’ y ‘Ventdelplà’. Había trabajado en la película ‘La teranyina’, dirigida por Antoni Verdaguer y basada en la novela homónima de Jaume Cabré, y más recientemente en ‘El coronel Macià’, de Josep Maria Forn. También trabajó largo tiempo en el doblaje de numerosos películas.
A pesar de su intensa dedicación a la televisión, jamás le faltó tiempo ni coraje para continuar con su verdadera pasión, el teatro. En el 2001 participó en la adaptación que hizo Mario Gas de ‘Lulú’, de Frank Wdeking, en el Teatre Nacional de Catalunya. En ese mismo escenario, y dirigido por Antoni Simón, actuó en ‘Follia d’amor’ de Sam Shepard. También conoció el escenario del Teatre Lliure, actuando en ‘L'oficiant del dol’, de Wallace Shawn y dirigida por Carlota Subirós, y en ‘Amor fe esperança’ en el 2005.