18/9/08

RAMON PORQUERAS, EX SECRETARIO DE LA UGT DE CATALUNYA


Ramon Porqueras (Barcelona 1925), dirigente histórico de la UGT catalana en la clandestinidad, falleció ayer a los 83 años en su domicilio de Sarcelles (Francia) de un infarto. Fundador del sindicato de banca, fue
secretario general de la UGT catalana en os años cincuenta y destacado miembro del Moviment Socialista de Catalunya (MSC).
Porqueras fue conocido de joven con el sobrenombre de ‘el noi de la gorra’, un apodo que probablemente conocía el gobernador civil de Barcelona Correa Veglison cuando, una lluviosa tarde de domingo de 1951, esperaba escondido en su coche oficial de ver fracasar la huelga de los tranvías de la que Porqueras fue uno de los protagonistas destacados. Pero no fue así. A pesar del chaparrón y el frío, los seguidores del Fútbol Club Barcelona que habían acudido en masa a les Corts a ver el partido volvieron andando a sus casas dejando los tranvías vacíos en sus paradas y al gobernador civil con un cabreo considerable y su cargo en la cuerda floja. La huelga de los tranvías, provocada por el escandaloso aumento del precio del billete, fue el primer éxito de la oposición al franquismo en Catalunya. Contra lo que se había escrito, no fue un movimiento espontáneo, sino que fue una protesta orquestada en toda la regla desde la clandestinidad por organizaciones políticas, sindicales, cívicas e incluso algún destacado representante de la iglesia.
Aquel mismo año, Ramon Porqueras fue elegido secretario general de la UGT de Catalunya. Ya en 1946, junto a once personas más, había fundado el sindicato ugetista de la Banca, convirtiéndose en uno de los más destacados dirigentes del socialismo catalán y español en el interior.
En febrero de 1953, y viviendo en la clandestinidad, fue detenido y procesado junto a destacados militantes socialistas como Ramon Morera o Jaume Viladoms, a raíz de la muerte en Madrid por torturas policiales del presidente del PSOE Tomás Centeno. Tras dos años cumpliendo condena en la cárcel Modelo obtuvo la libertad provisional, pero la amenaza de nuevos cargos fiscales le obligaron a exiliarse en Francia, donde vivió hasta su muerte. Allí estuvo vinculado con el sindicato Force Ouvrière.
Inexorablemente, los protagonistas del antifranquismo se van apagando con el paso del tiempo, nos queda la esperanza de pensar que su memoria no.