24/5/17

Francesc Sanuy, el pujolista librepensador

El coche oficial estaba tan hecho polvo que, des de la palanca del cambio, se veía el suelo; pero las recepciones en la Delegación de la Generalitat de la calle Montalbán eran una isla de cosmopolitismo y modernidad en los años de plomo del 'això no toca' pujolista. En una conferencia de cultura catalana te podías encontrar a Charo López, José Sacristán o a una joven emergente Maribel Verdú; y no dejaron de pasar por allí la mayoría de protagonistas de la movida madrileña. El delegado Francesc Sanuy, que había sido el primer Conseller de Comerç, Consum i Turisme de Pujol, tenía muy claro que solo tendiendo puentes aquel invento de la transición podría llegar a ser útil para los intereses de Catalunya. Pero eso a Pujol hacía tiempo que la traía sin cuidado, y así Sanuy, sin un duro, iba tejiendo complicidades con la sociedad emergente del nuevo Madrid de la democracia. Su despacho era pura ingeniería. Seguro que más de uno recordó aquellos días un poco locos cuando propusieron su nombre para IFEMA (y lo que se dejó perder Fira de Barcelona).
El abogado, economista y político Francesc Sanuy i Gistau (Barcelona 1936) era así: con una inteligencia que le capacitó para nadar en todas las aguas, visionario, crítico y autocrítico y, sobre todo, franco. A muchos escocieron sus afirmaciones (a Pujol también), pero jamás se calló una idea. Hasta el lunes, cuando su vida se apagó a los 81 años de edad.
Nacido en una familia de profundas idea republicanas, se estrenó en la huelga de los tranvías de 1951. Y tras la invasión soviética de Hungría en 1956 se unió a las incipientes organizaciones democráticas de estudiantes. Resultado: expulsado de la universidad. Otro se habría arrugado, él consiguió una beca y se largó a estudiar derecho a Italia. Fue allí donde, en círculos del Partido Socialista Democrático, descubrió la socialdemocracia; su ideario de siempre, aquella manera de entender que había de salvar el capitalismo de las políticas socialmente depredadoras de los propios capitalistas. De Italia a los EE UU, un día escuchando a Rockefeller en una cena y otro recogiendo fondos para las campañas de Martin Luther King. Curso práctico de socialdemocracia.
En libros como Sis milions d'innocents, menys uns quants espavilats (1999), Informe Sanuy. defensa del petit comerç i crítica de 'La Caixa' (2005), Els plats trencats. Banquers, polítics i ciutadans: culpables i víctimes de la crisi econòmica (2010), Capitalisme Cibeles (2012) o La banca sempre guanya (2014), denunció a La Caixa, a Gas Natural y a todos los poderes fácticos de la economía especulativa sin morderse la lengua; lo dijo en tertulias (la del programa de Antoni Bassas junto a Portabella y Foix fue épica), y los escribió en decenas de artículos. Pero, como decía ayer Isabel Martí, su editora, algunos de sus libros más duros contra los capitalistas que se cargaron el capitalismo fueron amablemente silenciados por los medios de comunicación. ya se sabe, el poder tiene la mano muy larga por mucho que te llames Sanuy y hayas sido Conseller, diputado, directivo de Fira de Barcelona y de IFEMA, comisario de los actos del 75 aniversario del Barça, del pabellón catalán en la Expo de Sevilla y del Mil·lenari de Catalunya, miembro de la directiva del Cercle d'Economia, jefe del departamento de exteriores de la Cambra de Comerç, e incluso locutor del Spanish Service de la BBC y traductor de las Naciones Unidas. No, Sanuy, al poder depredador y corrupto que se ha apoderado de nuestra sociedad no lo detiene ni la muerte. Ahora bien, el toque de modernez, puertas abiertas y diálogo sin límites que le dio usted a la Generalitat de los años 80 en su proyección hacia España, sería un buen modelo si las cosas hubieran ido por donde usted creía. Lástima.